La bomba eléctrica de combustible es esencial para el buen desempeño del motor, ya que suministra el combustible adecuado para su funcionamiento. Aunque no suele indicarse un intervalo fijo para su cambio en los manuales técnicos, una bomba original de calidad suele tener una vida útil promedio cercana a los 200.000 kilómetros. Sin embargo, es conveniente realizar revisiones preventivas periódicas a partir de los 150.000 kilómetros, debido al aumento en la probabilidad de fallos.

Cuando se adquiere un vehículo usado, se desconoce el origen o calidad de la bomba instalada, lo que puede reducir considerablemente su duración. Las bombas de reemplazo de baja calidad pueden deteriorarse en pocos meses, por lo que la inspección regular es fundamental para evitar inconvenientes inesperados.

En vehículos que alternan entre gas y nafta, la bomba eléctrica trabaja bajo condiciones variables que incrementan significativamente su desgaste, haciendo recomendable adelantar los controles y el reemplazo preventivo.

¿Cómo detectar que la bomba eléctrica de combustible está fallando?

  1. Zumbidos intensos en el tanque: Si la bomba produce ruidos audibles desde el interior del vehículo, podría indicar deterioro interno o acumulación de sedimentos.
  2. Variaciones bruscas de potencia: El motor puede presentar cambios repentinos en su rendimiento durante aceleraciones fuertes o cuando se circula a altas velocidades, debido a un suministro inestable de combustible.
  3. Menor rendimiento en condiciones exigentes: Dificultad notable para mantener la potencia al subir pendientes, transportar carga pesada o realizar adelantamientos.
  4. Encendido frecuente del testigo “Check Engine”: Una mezcla incorrecta de aire y combustible, causada por fallas en la bomba, puede activar constantemente esta señal de alerta.
  5. Problemas frecuentes para arrancar: Si es necesario encender varias veces el vehículo antes de que arranque, es probable que la bomba tenga deficiencias en la presión del combustible.
  6. Aceleraciones involuntarias o inestables: Una bomba defectuosa podría ocasionar incrementos repentinos en la entrega de combustible, provocando aceleraciones inesperadas.
  7. Aumento inexplicable en el consumo de combustible: Una bomba en mal estado puede reducir notablemente la eficiencia del motor, aumentando el gasto de combustible.

Recomendación final:

Aunque la duración de la bomba eléctrica original puede ser considerable, diversos factores externos como la calidad del combustible utilizado, falta de mantenimiento regular y condiciones de uso severas pueden acelerar su desgaste. Identificar a tiempo los síntomas mencionados evitará posibles riesgos al conducir, especialmente en viajes largos o áreas alejadas. Consultar con expertos y realizar el reemplazo oportuno garantiza seguridad y tranquilidad.

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